martes, 12 de octubre de 2010

Mismos perros, distintas correas

Hablemos claro y dejémonos de introdución, nudo y desenlace. El 45% de los españoles piensa que, con la crisis, en caso de renunciar a un trabajo, debería ser la mujer la que lo hiciera. Un 20% dice que cualquiera de los dos podría, un 15% que debería ser el peor pagado, un 19% no se quiere mojar y sólo un 1% afirma que debería ser el hombre el que renunciase al sueldo laboral, según una reciente encuesta del CIS.

Puede parecer una estupidez, pero a mi me llama la atención, porque es una clara demostración de que cuando las cosas están jodidas, ni evolución sociológica ni leches: la solución es volver a las cavernas.

La crisis está siendo un feómeno bastante importante para desmitificar muchas cosas y eliminar bastante hipocresía. Los datos hablan, y la gente prefiere que el macho alfa dominante sea el que se encargue de la parte importante, que se calze los pantalones, corte el bacalao y vuelva a casa con la paga mientras la madre cuida de sus vástagos, les pone a estudiar y tiene la casa limpia y la comida en la mesa. 

Se nos debería caer la cara de vergüenza. Y con los inmigrantes igual. Les dejamos venir a regañadientes, les impedimos tener trabajo, siempre poniendoles trabas, y una vez lo consiguen y se introducen en la sociedad, ahora son los primeros que tienen que joderse. A mucha gente se le oye por la calle: "yo no soy racista, pero no puede ser que nos quiten el trabajo".

Dejemóslo atado y bien atado, como decía aquél: 1º Los inmigrantes se quedan con los trabajos que los españoles no queríamos. Esto no me lo invento, y es de todos sabido. 2º Si te quedas sin trabajo y un inmigrante si que tiene, tal vez será porque el otro se ha ganado el derecho a vivir bien después de las penurias que ha pasado huyendo de la muerte en sus países. 3º ¿Dónde cojones quedan la solidaridad y los derechos humanos?

Aquí quería llegar yo. A que cuando nos apretan los huevos, la cabra tira al monte. Lo dejábamos pasar, como un perro que mira el cuenco de otro perro indefenso de reojo, con desprecio, pero le permite comer. Ahora, sí a ese perro le quitan su cuenco, el que había dejado tan distraído para observar el del otro, entonces le hinca el diente al débil para quedarse con lo del otro. Así somos, como animales, porque cuando nos quitan el comer, entonces sí nos rebelamos.


Da bastante pena conocer estos datos y descubrir que todo lo que pensábamos que socialmente  habíamos avanzado, se nos caiga encima. Somos los mismos que hace 70 años. Obama se baña en mares contaminados al estilo de Fraga. Israel y Palestina siguen pegándose pedrazos. Estados Unidos lucha por ser la pacificadora mundial, purgando el mundo de los "jodidos comunistas". En Sudamérica siguen habiendo dictadores. En Corea del Norte uno sustituye a otro como si fuese un cambio en un partido de fútbol, y aquí no ha pasado nada.

Lo dicho: mismos perros, distintas correas.

1 comentario:

  1. En las épocas de crisis, la gente se vuelve más radical. Si es que es el momento perfecto para las ultra derechas, está claro...

    Pero no comprendo a la gente. No aprendemos.

    Y no me cabe en la cabeza lo de que los inmigrantes nos roben el trabajo. O sea, que si vas a una entrevista de trabajo, y te quedas sin trabajo porque lo coge un español, qué? Le das palmaditas y te alegras porque es español? Venga hombre...lo que todos queremos es tener trabajo, las PERSONAS (no españoles, o inmigrantes, u hombres o mujeres) que tengan, pues esa suerte que tienen y que nos gustaría tener todos, pero joder.

    En fiiin.

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