No sé como me siento. Una mezcla de rabia, vergüenza e impotencia. Ayer jugó el Valencia contra el Barça, pero esta vez no tengo nada que decir contra mi equipo, sino más bien al contrario.
Ayer, el Valencia CF hizo el mejor partido de la temporada, y sin lugar a dudas, mereció algo más que salir derrotado ante el FC Barcelona, al igual que el día del Manchester. El partido del conjunto ché ayer fue maravilloso. Desde la era de Rijkaard, que fue el que instauró el tiki-taka en el Barça, nadie había salido del Camp Nou en la primera mitad dominando al conjunto local y teniendo más posesión de balón que el todopoderoso Barça.
Las cosas se truncaron en la segunda, y Xavi e Iniesta fueron los que tiraron del carro para remontar el gol de Pablo Hernández para finalmente imponerse 2-1. El Barça que yo vi ayer no es lo mismo que antes. No te toca hasta marear, no parece inalcanzable, sino más bien vulnerable, y con un gol en fuera de juego y otro del cuentista de Puyol (que después del puñetazo que le dio a Soldado se tiró al suelo, pero que después estaba fenomenal para marcar), finalmente mantuvo 3 puntos que debieron haberse repartido entre los dos equipos.
Está claro que el Barça tiene gran potencial, pero poco a poco, sospechosamente, el Barça se parece al Madrid. El año pasado era un equipo, todos tocaban, y ya podía ser Pedrito, como Bojan o como Maxwell, todos podían marcar en un conjunto que tocaba hasta noquearte. Ahora, el Barça necesita individualidades para ganarte, y si Messi o Iniesta no aparecen, se quedan sin puntuar.
Y es por esto que siento esa mezcla de rabia, impotencia y vergüenza. No porque el Barça se parezca a los merengues, aunque también, sino por el caso de Xavi, y Pedrito en menor caso. ¿Tendi...qué tenía Xavi? Es vergonzoso. Todas las instituciones y gentes influyentes culés salieron en defensa de la no presencia de Xavi Hernández con la selección, exagerando hasta el límite de decir que si jugaba contra Lituania podía romperse los dos tendones de Aquiles.
Además, argumentaban que si no iba a la selección era porque con el Barça tampoco jugaría contra el Valencia, y probablemente se perdería 3 o 4 partidos más. Pero milagro milagroso, Xavi jugó y fue el mejor jugador del partido por detrás de Manuel Fernandes, provocando las dos jugadas de gol del Farsa. Jugó 80 minutos, que para estar lesionado, poco no es, precisamente.
Y Pedrito estaba tocado, probablemente para un mes. Pero milagro milagroso, jugó 15 minutos de partido, corriendo como si le fuese la vida en ello. Para tener sobrecarga muscular, el jodido corrió como si le persiguiese Usain Bolt.
Podéis pensar que estoy picado porque nos hayan ganado, que también, pero estoy aún más cabreado por el grave insulto que esto supone para la selección. No soy un forofo de la roja, pero me parece indignante que un jugador se escude en una lesión para no ir a un encuentro. No puedo contar con los dedos de las dos manos las veces que Torres ha ido tocado a la selección nacional y se ha vuelto a Liverpool lesionado y no para dos días, precisamente.
Pero claro, como son catalanes, no vayamos a decir nada, no sea que se piquen y entonces las portadas de todos los periódicos digan que la selección es anticatalanista, o que son unos mártires, que todo el mundo les odia... Pues precisamente son estas cosas las que abonan este sentimiento de que a los catalanes se la pela su selección. ¡Pues que lo digan claramente! No puedo soportar la hipocresía. Si no quieres ir con la selección, no lo hagas. Ve a Vicente del Bosque y le dices: <<Mira Vicente, que no voy jugar contra Lituania y Escocia porque me importa más "el meu més que un club">>. Sí, més que un club, una mafia.
Es impotencia lo que siento, porque estos dos farsantes (de ahí lo de Farsa), saldrán impunes por la prensa, porque el Super Deporte no dirá nada por miedo, el Sport y Mundo Deportivo obviamente lo esconderán, y el Marca y el As(co) ni siquiera habrán visto el partido. ¡Ay si llega a pasar esto contra el Mandril!
Me parece bastante asqueroso que se permitan estas cosas, porque claro, como Xavi fue el mejor del mundial, nadie duda de él, o no se atreven. Y precisamente el jugador se aprovecha de ello, porque sabe que ni una sola crítica va a llover sobre él.
Y también siento pena, porque la mala suerte se está cebando con un equipo que comenzó este año sin convencer a nadie, y que ahora estaba en su mejor momento, y que mereció mucho más de lo que se llevó, y no salir derrotado por un conjunto de individualidades y mentirosos. Por lo menos, la imagen que se dio ayer ante más de 90.000 culés invita al optimismo, porque el Valencia va a dar que hablar este año. ¡Amunt!